
Sumido en un delirio lleno de sadismo, el nigromante seguía removiendo su repugnante brebaje, como un cocinero mezclaría su potaje. La oscuridad había devorado hacía ya mucho tiempo hasta el último resquicio de luz que podía quedar en él, convirtiéndolo en un ser belicoso y sediento de destrucción.
A pesar de todo, su gato le quería. Nunca le había tratado mal, y siempre que lo necesitaba era bien alimentado con leche o salmón. Quienes le habían conocido antes de cambiar radicalmente pensaban que ese hombre había caído en la más profunda de las ignorancias, pero el felino sabía que no era así. Simplemente su visión del mundo le llevó a alejarse de todo aquello cuanto conocía, volviéndose un ermitaño dedicado a las artes oscuras.
—¡Por fin! Si nada sale mal, hoy podremos ver el futuro. ¿No te parece genial, Rubicante?
El animal maulló de satisfacción. Al fin y al cabo, su dueño era como cualquier otro humano, con sus propios sueños y aspiraciones.
Nota de autor: Continúo con el reto que he lanzado al aire. En este caso, las palabras que he tenido que utilizar me las ha dado Ánllelo Asdfasdf en Facebook y son nigromante, delirio, cascabel, ignorancia y belicoso.
Por cierto, el nombre del gatito me lo he sacado de Final Fantasy IV. Rubicante es uno de los cuatro archidemonios elementales que sirven a Golbez durante el juego. En este caso, Rubicante representa el fuego.
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