7 de marzo de 2014

Ojos



Nada importa ahora mismo. Es posible que llueva, porque el cielo está oscuro. Hace un poco de frío. Por quejarme, podría quejarme hasta de lo que pica este césped reseco. ¿Pero sabes? Me da igual. Porque estamos juntos.

Cierto es que este lugar no es el lecho que desearía compartir contigo. De hecho, debo confesarte que estoy un poco incómoda. De todas formas, no me importa. El poder mirarte a los ojos hace que me olvide de todo lo demás. Son marrones. Marrones y muy brillantes. Tanto que veo mi propio reflejo. Pero no te miro por eso. Quiero desnudar tu alma. Sí, aquí. Ahora que nadie nos mira. Ahora que tan solo somos dos enamorados más que están tumbados bajo un árbol.

Quiero saber lo que escondes en tu interior. Sin necesidad de descolocar un ápice cualquiera de tus prendas. Sin tener que hablar horas sin llegar a nada. Tan solo mirándote a los ojos. Hundiéndome en su oscura y cálida profundidad. Y veo. Observo mientras mi mano derecha se pierde en caricias tiernas.

No, no digas nada. Tan solo deja que te mire. Deja que nuestros ojos se hagan el amor sin que nadie se percate de ello. Cuéntame secretos que nadie más ha sabido escuchar. A cambio solo te pido que guardes en tu corazón las locuras que estaría dispuesta a hacer por este amor.

Y, sin haber dicho absolutamente nada, silencias este griterío de sentimientos con un beso. El roce que necesitaba sentir. La declaración de amor que te daría cada segundo de mi vida si pudiera. El orgasmo que anhelaban nuestras miradas. Sencillamente, todo encerrado en algo frágil, pequeño y efímero.

Te quiero. Y sé que tú a mí también. No hables. Permite que tus ojos vuelvan a ser míos. Que nuestra pasión sea un escándalo que solo nosotros podamos escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por tu comentario! No te preocupes si tarda un poco en aparecer, pues la moderación está activada ;)

Safe Creative

Safe Creative #1407230131143