30 de julio de 2014

Sephiroth's Inferno - Noveno círculo

/!\ ADVERTENCIA /!\

Este relato es un protoproyecto de un escrito que estoy trabajando ahora mismo. Es posible que encuentres (o no) similitudes con el resultado final.

Nadie me prometió un viaje fácil. De hecho, yo ni siquiera lo escogí. Simplemente forma parte de mi destino como buscador de la tierra prometida que soy.


He visto cosas que jamás habría creído que existían. Juraría que en más de una ocasión he visto el rostro de Azrael, como si quisiera mi compañía. No es de extrañar, pues he mantenido innumerables duelos contra toda clase de monstruos infernales.

Sin embargo, he conseguido llegar hasta el final.

Este lugar está puramente formado por hielo. Adonde quiera que mire, lo único que puedo identificar son vastas zonas blancas ligeramente moteadas. Sospecho que esas motas en realidad son los condenados que han de permanecer aquí eternamente.

Después de atravesar la entrada, férreamente custodiada por varios gigantes, me dispongo a avanzar con el deseo de finalizar, al fin, esta aventura. Pero lo que me espera no es nada halagüeño, pues soy recibido por una impetuosa y gélida tempestad, que consigue zarandear sin ningún esfuerzo tanto mi larga capa negra como mi melena plateada. Por si aún no fuera suficiente, a veces se escucha un rugido lejano, como si viniera del centro de este lugar. ¿O tal vez es un lloriqueo?

Dirijo mi mirada al lugar donde creo que se produce tal sonido, y entonces descubro que lo único que me separa de terminar mi epopeya es un largo puente helado, que pasa justo por encima de aquellos que se ganaron el permanecer castigados aquí.

Sin ser realmente consciente de ello, comienzo a dirigir mis pies hacia la causa de toda esta historia. O, al menos, una de sus razones. A pesar de todo, aún hay una pregunta que no consigo responder: ¿por qué yo?

Yo no soy aquel cruzado que atravesó estos mismos círculos buscando a su amada. Yo no llevo una guadaña arrebatada a la Muerte ni la cruz de Beatriz. De hecho, este lugar ni siquiera pertenece a mi mundo.

No obstante, al igual que Dante, he tenido que hacer frente a mis pecados, uno a uno. Mi Masamune aún sigue manchada con la sangre de la última Cetra. Y, en cierta manera, sigo siendo un esclavo de los designios de mi madre. Casi aniquilo el mundo solo para alzarme como un nuevo dios, y sospecho que estoy aquí para destruir este infierno. O, al menos, derrocar a su señor.

Mientras avanzo con un paso un tanto lento, observo el gran lago helado que descansa bajo mis pies. En ese instante recuerdo las últimas palabras que me ha dedicado mi guía particular:
Su postura en el hielo te contará su traición. Los que están sumergidos hasta la cabeza son traidores de sus seres queridos. Quienes solo tienen libre su rostro son traidores a su nación. Aquellos que están completamente hundidos son traidores a su dios. Sin embargo, en el centro, mora quien traicionó a todos y cada uno de los seres del bello mundo.
A medida que me acerco al Gran Traidor, la estructura del puente se va volviendo más robusta, debido a que me estoy acercando al origen de la ventisca. Entonces, cuando apenas me separan unos metros de mi rival, me doy cuenta de la razón del huracán gélido y los rugidos lejanos.

Ante mí tengo a un ser completamente rojo, aprisionado por enormes rocas hasta la cintura. Las únicas partes de su cuerpo que puede mover son los brazos, la cabeza y sus seis alas; las cuales bate tan furiosamente que son la causa del viento frío de este lugar. Además, al tener sus tres ojos cerrados, nunca sabe lo que está pasando a su alrededor, por lo que suele rugir, lleno de miedo y desesperación. Es en ese instante cuando entiendo la razón de mi viaje por el Infierno.

No me han destinado a este lugar para terminar con la vida de un monstruo temible. La verdadera razón de mi viaje es liberar a este ser de su sufrimiento, acabando con sus días de tener que existir como un ser lleno de odio, impotente e ignorante.

Cuando estoy frente a él, siento una gran lástima. Al igual que yo, este ser pensó que podía cambiar el mundo para hacerlo encajar en su concepto de belleza. Pero su soberbia fue tal que el castigo aplicado le volvió una simple sombra de sí mismo.

Procurando seguir permaneciendo silencioso, lo observo detenidamente. Sé que una estocada no será suficiente para aliviarle. De hecho, empiezo a preguntarme cuántas serán necesarias. ¿Ocho? ¿Dieciséis? ¿O tal vez treinta y dos? En ese instante, otro de sus rugidos lastimeros corta cualquier pensamiento posible. Debo hacerlo cuanto antes. No por mí, sino por él.

Cuando el silencio vuelve a imperar en el islote rocoso en el que me encuentro, desenvaino mi Masamune y, con la mano izquierda aferrándola fuertemente, la pongo en posición y me lanzo hacia él, ya con ambas manos en la empuñadura. Tras el primer ataque trato de vaciar cualquier pensamiento, llevando toda mi fuerza a mis manos, y de ahí, a mi katana.

Mientras ataco con todas mis energías, acuden a mi mente destellos de mi vergonzoso pasado, como el rostro de la chica Cetra o mi último combate como mortal contra Cloud. Sin embargo, siento aún más fuerzas para liberar a este monstruo, pues me doy cuenta de que podía haber sido yo.

Entonces, en la decimotercera estocada, una luz puramente blanca empieza a envolvernos y a desintegrar nuestros cuerpos, cada vez más rápido. ¿Acaso esta es la luz de Sagrado salvándonos? Esto… ¿Ha sido cosa de Aeris? Sea lo que sea, mientras no paro de luchar, estoy en paz conmigo mismo. Siento que, al fin, mi existencia ha tenido algún sentido.
Nota de autor: Sé que este escrito es un poco extraño, pero tiene su razón de ser. Digamos que es un juego mental. ¿Cómo habría sido la historia de Dante's Inferno si su protagonista hubiera sido Sephiroth, de Final Fantasy VII? Obviamente, si me animara a escribir todo el Infierno necesitaría bastante tiempo. Eso por no hablar de las licencias artísticas que me he permitido en este crossover, como ponerle tres ojos y seis alas a Lucifer. Eso sin contar ciertos elementos que sí están en el Infierno de Dante Aligheri pero no en el videojuego, como la posición de los condenados o la trinidad corrupta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por tu comentario! No te preocupes si tarda un poco en aparecer, pues la moderación está activada ;)

Safe Creative

Safe Creative #1407230131143