Sé que ahora mismo las lágrimas no te dejarán ver con claridad. Es posible que pienses que muchas cosas han terminado. Entre ellas tu felicidad. Pero créeme… Tan sólo has perdido a alguien que no te merecía.
No importa el daño que te haya hecho. Ni la causa. Es el pasado. Da igual lo doloroso que haya sido. Ya no tiene importancia alguna. Pero yo sé que, dentro de ti, ahora mismo debes odiarle con todas tus fuerzas. El tiempo mitigará esos sentimientos. Deberás decidir por tu propia voluntad si eres capaz de perdonar todo lo sucedido.
Te costará hacerte de nuevo a la soledad. No obstante, no tardarás en darte cuenta de que es mucho mejor que su compañía. Probablemente tengas a alguien apoyándote. Alguien en quien confíes. Y, aunque no sea así, poco a poco te encontrarás más alegre.
Habrá un tiempo en el que te niegues a volver a entregarle tu corazón a alguien. Tienes tus propios motivos para mostrar esa desconfianza. Pero eso no durará para siempre. Aparecerá alguien en tu vida. O, posiblemente, sea alguien que ya esté en ella, pero que no se atreve a mostrarte sus sentimientos. Puede que compartas o no esas emociones. Aun así, en ese instante, comprenderás que tu luz no fue apagada por la tristeza de tu corazón roto. Siempre hubo luz en ti, aunque no fueras capaz de percibirla.
Y, el día menos pensado, sonreirás porque has encontrado a alguien que, sin importar lo demás, te hará feliz. Olvidarás el consuelo que te he dado con mis palabras. Pero yo no podré quitarme de la cabeza la idea de apoderarme de ti una vez que la desesperación te haga desear el final.
Nota de autor: Es algo viejo (2012), pero a mí me sigue gustando. Aparte, no me apetecía perderlo, por eso lo posteo aquí.
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