10 de diciembre de 2013

Capítulo 5 - Buscando sitio


Es hora de que lo admita de una vez por todas. No me gusta escribir ni una sola palabra en esta casa. Siento que hay un algo (llámalo energía) que no me sienta precisamente bien. Por ello, si permanezco demasiado tiempo en esta casa, empiezo a sentirme mal sin lógica alguna. Lo peor es que esa sensación de angustia y malestar se acentúa cuando tengo que bajar al sótano. ¿Será porque hay un pequeño santuario personal cristiano ahí debajo? Creo que es mejor que no lo sepa por el momento.

Aparte de esta cuestión, lo cierto es que mi habitación no es el lugar idóneo para escribir. Cierto es que tengo un espacio mio personal y que, quitando un par de sucesos, es inviolable. Pero no tengo un escritorio o nada parecido donde pueda sentarme alguno de los ratos en los que estoy sola en casa y escribir algo. Lo que sea.

Entonces comprendí que no me quedaba más remedio que buscar un sitio. Fuera.

Empecé por lo más sencillo: corretear por donde vivo a ver si por un casual había alguna cafetería o bar que me gustara, no muy caro y en el que no me miraran demasiado raro por ir, posiblemente, a gorronearles un enchufe y wi-fi. Aunque solo fuera, como mucho, un sábado y un domingo. Pero parece que, de momento, no existe tal perfecto lugar...

Por suerte, alguien me recomendó una cafetería literaria en Valencia. Y como no vivo muy lejos de allí, fui el sábado con mi mochila y mis cosas a probar suerte. Después de llegar, perderme, tener que encontrarme gracias a mi nuevo y pijo móvil y, por fin, encontrar la calle, pensé que había llegado a una especie de paraíso. ¡Qué equivocada estaba!

Os seré sincera. Ni siquiera pude entrar. Se ve que en ese momento estaban haciendo alguna actividad y había una cola para entrar bastante impresionante. Y cuando me di cuenta de que por dentro era todavía peor, supe que aquel sitio no era para mí. Es decir, lo poco que vi me hizo ver que mi viajecito hasta allí había sido únicamente para gastar dos viajes de mi abono de metro. Y así fue como ese día no escribí ni una mísera palabra, aunque pude cotillear en alguna tienda del centro antes de volverme a casa.
Todavía sigo buscando sitio para escribir. Lo cierto es que mientras sea acogedor, no muy caro y esté en Valencia o por su zona metropolitana (preferiblemente en Torrent) me es suficiente para ir a mirar, probar, y ver si es el sitio que necesito. Prometo contaros por aquí cómo me ha ido si es que me hacéis llegar alguna recomendación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Muchas gracias por tu comentario! No te preocupes si tarda un poco en aparecer, pues la moderación está activada ;)

Safe Creative

Safe Creative #1407230131143